29 agosto 2007

EL MUNDO

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
- El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuego e todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

fragmento de El libro de los abrazos - E. Galeano
Que nunca se apague el fuego...

2 comentarios:

Las recetas de Silvia dijo...

Es hermoso tu blog, espero que lo sigas! Gracias por el link a mi página, nunca lo había visto hasta hoy. Un abrazo!

Sumaq dijo...

Gracias, lo tengo muy abandonado pero voy a ver cuando lo actualizo!! Tengo muchas cosas para publicar pero no el tiempo jeje.
Un abrazo y bendiciones!